Marruecos supera a España como segundo proveedor de tomates de la UE

Marruecos supera a España como segundo proveedor de tomates de la UE

En 2024, Marruecos ha desplazado a España como el segundo mayor proveedor de tomates para la Unión Europea (UE), exportando 579.792 toneladas por un valor de 999,04 millones de euros, superando las 531.766 toneladas y 933,82 millones de euros de España. Otro problema más para el campo andaluz, antes de que llegue el acuerdo con Mercosur.

Este cambio se atribuye al aumento del 47% en las exportaciones marroquíes desde 2016, mientras que España ha enfrentado desafíos como la escasez de agua y el incremento de los costos de producción. Los agricultores españoles denuncian una competencia desleal, ya que Marruecos no está sujeto a las mismas regulaciones estrictas en fitosanitarios, uso del agua y condiciones laborales que rigen en la UE. Además, el gobierno marroquí subvenciona entre el 50% y el 70% de su producción de tomate, lo que dificulta aún más la competencia para los productores españoles.

La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) ha señalado que, desde 2019, Marruecos ha excedido en aproximadamente 230.000 toneladas anuales el contingente exento de aranceles establecido en el acuerdo de libre comercio con la UE, lo que representa una evasión fiscal estimada de 71,7 millones de euros en los últimos cinco años.

Ante esta situación, los agricultores españoles exigen la implementación de «cláusulas espejo» que obliguen a los productos importados a cumplir con los mismos estándares de producción que se aplican en la UE, buscando garantizar una competencia equitativa y la sostenibilidad del sector agrícola nacional.

La creciente presencia de Marruecos en el mercado europeo como proveedor de tomates plantea desafíos significativos para la agricultura española, que enfrenta la necesidad de adaptarse a un entorno competitivo cada vez más complejo y globalizado.

El tomate andaluz: tradición, sabor y calidad inigualable

El tomate andaluz es mucho más que un ingrediente básico en la cocina mediterránea; es un símbolo de la riqueza agrícola de la región. Su sabor inconfundible, su textura jugosa y su calidad nutricional lo convierten en un producto único, difícil de igualar por los tomates importados.

El secreto del sabor andaluz

Lo que hace especial al tomate andaluz es, sin duda, la calidad de su tierra y su clima privilegiado. Los suelos fértiles de Andalucía, ricos en minerales esenciales como potasio, fósforo y calcio, permiten que las plantas absorban los nutrientes necesarios para desarrollar frutos con un sabor más intenso y equilibrado. Además, la combinación de temperaturas cálidas y una exposición óptima al sol favorece la maduración natural del tomate, potenciando su dulzura y reduciendo la acidez.

Textura y calidad incomparables

No solo el sabor diferencia al tomate andaluz de los productos importados. Su textura es otro factor clave: la pulpa es más firme y jugosa, lo que lo hace ideal para consumirlo fresco o utilizarlo en recetas tradicionales como el gazpacho y el salmorejo. En contraste, muchos tomates de importación pueden resultar más acuosos o insípidos debido a las condiciones de cultivo masivo y transporte prolongado.

Cultivo tradicional y sostenible

Los agricultores andaluces mantienen prácticas de cultivo tradicionales, muchas de ellas respetuosas con el medio ambiente. A diferencia de los sistemas de producción intensiva utilizados en otros países, en Andalucía se apuesta por la rotación de cultivos, el uso de fertilizantes naturales y el control biológico de plagas, lo que garantiza la sostenibilidad de la producción y la conservación de la biodiversidad.

Un producto de calidad que requiere esfuerzo y dedicación

Cultivar tomates de alta calidad no es una tarea sencilla. Factores como la climatología, la disponibilidad de agua, las enfermedades de las plantas y la calidad del suelo juegan un papel fundamental en el resultado final. Los agricultores deben estar atentos a cada etapa del proceso para asegurar que los tomates crezcan en condiciones óptimas y lleguen al consumidor con su máximo potencial de sabor y frescura.

El tomate andaluz no solo destaca por su calidad, sino también por su arraigo cultural. Forma parte de la identidad gastronómica de la región y es un ingrediente imprescindible en la dieta mediterránea. Cada bocado es un reflejo del esfuerzo de generaciones de agricultores que han trabajado la tierra con esmero, garantizando que, año tras año, podamos disfrutar de un producto excepcional.

Redacción

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