Borrado de informes de mamografías ¿Qué ha pasado?

Borrado de informes de mamografías ¿Qué ha pasado?

La asociación andaluza AMAMA ha presentado una denuncia ante la Fiscalía por la supuesta manipulación o borrado de informes de mamografías dentro del sistema sanitario público de Andalucía. El caso ha generado una profunda preocupación en el ámbito sanitario y político, al señalarse la posibilidad de alteraciones en documentos clínicos vinculados a la detección temprana del cáncer de mama. ¿Qué se sabe hasta ahora y qué explicaciones se han ofrecido desde la administración?. Este nuevo suceso del caso mamografías ha llegado al Parlamento de Andalucía donde Manuel Gavira ha dicho en su cuenta de X que, de confirmarse el borrado, estaríamos ante un delito.

AMAMA lleva el caso a Fiscalía

El pasado 21 de octubre de 2025, la asociación AMAMA (Asociación de Mujeres con Cáncer de Mama de Sevilla) formalizó una denuncia ante la Fiscalía por lo que consideran una posible ocultación o manipulación de informes médicos. En su escrito, acusan a la Junta de Andalucía de haber eliminado, modificado o hecho desaparecer datos clínicos relevantes vinculados a mamografías realizadas a mujeres andaluzas dentro del programa de cribado de cáncer de mama.

Según declaraciones recogidas por varios medios, desde la asociación aseguran haber detectado casos en los que la palabra “sospechoso” fue eliminada de los informes médicos, un término clínico clave que puede activar protocolos de seguimiento y detección precoz. AMAMA considera que este tipo de alteración podría derivar en consecuencias graves para la salud de las pacientes, al demorar o impedir diagnósticos adecuados.

Una crisis en el sistema informático

Mientras tanto, la versión ofrecida desde entornos próximos a la administración sanitaria apunta a un problema de carácter técnico y temporal. Concretamente, el sistema informático Diraya, plataforma que integra los historiales clínicos electrónicos en Andalucía, habría sufrido una incidencia durante unas horas, afectando la visualización de ciertos informes de mamografías.

Este fallo temporal, según fuentes oficiales, no implicó la eliminación de datos, sino que afectó su accesibilidad puntual desde los centros médicos. Desde la Junta se ha asegurado que los informes estaban disponibles de nuevo poco después, minimizando el impacto real sobre la atención a las pacientes.

No obstante, esta explicación no ha convencido a las asociaciones de pacientes, que ven en la desaparición momentánea de documentos un síntoma de posibles irregularidades más profundas. AMAMA ha insistido en la necesidad de que la justicia investigue si hay responsabilidades institucionales o técnicas detrás de estos hechos.

¿Una polémica con trasfondo político?

El caso ha tomado rápidamente una dimensión política, con grupos parlamentarios andaluces exigiendo explicaciones a la Consejería de Salud y Consumo de la Junta. Desde la oposición se han solicitado comparecencias públicas para esclarecer la cadena de decisiones técnicas y administrativas que pudieron derivar en este episodio.

En este contexto, la salud pública, particularmente los programas de cribado oncológico, han quedado en el centro del debate. El cribado del cáncer de mama es una herramienta clave para reducir la mortalidad asociada a esta enfermedad, y su correcto funcionamiento depende en gran medida de la precisión, integridad y trazabilidad de los informes médicos generados.

Por su parte, la Junta de Andalucía ha negado categóricamente que haya existido un borrado intencionado o manipulación de pruebas clínicas, remitiendo a los informes técnicos elaborados por el Servicio Andaluz de Salud (SAS) que, aseguran, demostrarán la naturaleza puntual y técnica de lo sucedido.

No es la primera vez que el sistema Diraya, implantado en Andalucía para unificar y digitalizar la gestión sanitaria, enfrenta críticas por fallos de funcionamiento o falta de transparencia en el acceso a información clínica. Aunque ha sido reconocido como un modelo avanzado a nivel nacional, ha presentado incidencias en varias ocasiones, especialmente cuando se realizan tareas de mantenimiento o actualizaciones.

La sensibilidad del caso se incrementa por coincidir con el mes de la sensibilización del cáncer de mama, lo que ha hecho que muchas asociaciones de pacientes pongan el foco en la necesidad de reforzar la fiabilidad de los sistemas de detección precoz.

El presunto borrado de informes de mamografías en el sistema sanitario andaluz plantea interrogantes relevantes tanto desde el punto de vista técnico como institucional. Mientras la Junta defiende que se trató de un fallo informático puntual sin impacto clínico, la denuncia interpuesta por AMAMA ante la Fiscalía mantiene abierto un proceso de investigación que deberá esclarecer si hubo o no intencionalidad, negligencia o una falla estructural.

Sea cual sea el desenlace judicial, el caso evidencia la importancia de la confianza en los sistemas de salud, especialmente en áreas críticas como la detección temprana del cáncer. Las pacientes, como siempre, deben estar en el centro de la atención y la transparencia institucional es clave para garantizarlo.

Redacción

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