Cura de Genera invita a misa con un mensaje y polémica en Redes Sociales

9 de agosto de 2024 – Gerena, Sevilla
El pequeño pueblo sevillano de Gerena ha sido el escenario de una polémica inesperada a raíz de una publicación en redes sociales realizada por su párroco. En un intento por frenar el descenso en la asistencia a misa, el cura del pueblo compartió una imagen que ha generado tanto apoyo como críticas entre los vecinos: una fotografía con el mensaje «Ven a la iglesia vivo, antes de que te traigan en un ataúd».
El sacerdote de Gerena, preocupado por la disminución de feligreses en las homilías, recurrió a un método inusual para captar la atención de su comunidad. Sin embargo, lo que pretendía ser una llamada de atención o una broma con un toque de humor negro ha desatado una ola de reacciones en este pueblo de aproximadamente 7.000 habitantes. Mientras algunos han tomado el mensaje con humor, otros lo han considerado inapropiado y de mal gusto creando polémica.
El uso de las redes sociales por parte de sacerdotes para conectarse con su comunidad no es algo nuevo, pero como bien sabe el párroco de Gerena, este medio puede ser un arma de doble filo. En una era donde los mensajes pueden ser interpretados de múltiples maneras, las palabras del cura han resonado de forma inesperada, dividiendo a la opinión pública.
El contexto detrás de esta publicación no es aislado. Según los últimos datos, la asistencia a misa ha experimentado un descenso del 2% entre los católicos en el último año, lo que ha generado preocupación dentro de la Iglesia. Los líderes religiosos, en su misión de acercar a los fieles, se ven en la necesidad de encontrar nuevas formas de atraer a las personas a la iglesia. Al igual que hace dos mil años, cuando Jesús llamó a sus apóstoles para ser «pescadores de hombres», hoy en día esos «pescadores» intentan echar sus redes… pero en las redes sociales.
El impacto de la publicación del cura de Gerena sirve como un recordatorio de cómo las estrategias de comunicación han evolucionado y cómo el humor, la tradición y la modernidad se entrelazan en el intento de mantener vivas las prácticas religiosas en un mundo cada vez más digital.