La obesidad en Andalucía, una radiografía preocupante. Regular la comida.

La obesidad en Andalucía, una radiografía preocupante

Andalucía presenta una realidad alarmante en cuanto a las cifras de obesidad, tanto en niños como en adultos. Según un estudio reciente del Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) y la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), la región se sitúa como una de las más afectadas por este problema a nivel nacional.

En detalle, las cifras revelan que:

  • El 28.8% de los niños y adolescentes andaluces padecen sobrepeso, mientras que un 10.3% se encuentran en situación de obesidad.
  • En adultos, las cifras son aún más preocupantes: 55.7% con sobrepeso y 18.6% con obesidad.
  • La obesidad severa, con un 4.9% de la población adulta afectada, es especialmente alarmante por sus riesgos para la salud.
  • Solo el 43.1% de los adultos mantiene un peso normal, mientras que el 1.2% se encuentra por debajo de lo adecuado.
  • Entre los niños, la situación es más favorable: 70.9% con peso normal, 5.1% con bajo peso y 2.2% con obesidad severa.

Desigualdades y factores determinantes

El estudio también evidencia brechas significativas en función del género y el nivel socioeconómico.

  • Hombres presentan mayor prevalencia de sobrepeso y obesidad en ambos grupos etarios.
  • En adultos, la correlación entre nivel educativo, renta y peso es directa: a menor nivel educativo y renta, mayor IMC.
  • Las mujeres de este grupo socioeconómico bajo son las más afectadas.
  • Las personas con discapacidad también presentan mayor riesgo.
  • La distribución geográfica del problema sugiere la influencia de factores ambientales, económicos y culturales. Las provincias del sur de Andalucía tienen las tasas más altas de obesidad infantil.

Un llamado a la acción

Ante este panorama, se hace urgente la implementación de estrategias integrales por parte de las autoridades sanitarias, educativas y otros actores sociales.

  • Educación nutricional y promoción de hábitos saludables.
  • Acceso a alimentos saludables y asequibles.
  • Políticas públicas que aborden las desigualdades socioeconómicas.
  • Programas específicos para personas con discapacidad.
  • Atención a las necesidades nutricionales de los niños y adolescentes en función de su entorno socioeconómico.

La lucha contra la obesidad en Andalucía requiere un enfoque multifactorial que aborde las causas profundas del problema y promueva hábitos de vida saludables para toda la población.

Es necesario actuar ahora para prevenir las graves consecuencias que la obesidad puede tener para la salud individual y colectiva a largo plazo.

IMC y obesidad

El Índice de Masa Corporal (IMC) es una medida utilizada para evaluar la corpulencia de una persona basándose en su peso y estatura. La clasificación del IMC para adultos según la Organización Mundial de la Salud (OMS) es la siguiente:

  • Bajo peso: IMC menor a 18.5
  • Peso normal: IMC entre 18.5 y 24.9
  • Sobrepeso: IMC entre 25 y 29.9
  • Obesidad: IMC de 30 o más

La obesidad se subdivide en varios grados:

  • Obesidad de grado I: IMC entre 30 y 34.9
  • Obesidad de grado II: IMC entre 35 y 39.9
  • Obesidad de grado III (obesidad mórbida): IMC de 40 o más

Estos rangos ayudan a identificar los riesgos asociados con el peso corporal, aunque el IMC no mide la grasa corporal directamente ni considera la distribución de la grasa en el cuerpo, lo cual puede influir en los riesgos para la salud. Es importante utilizar el IMC junto con otros indicadores y una evaluación médica para obtener una visión completa del estado de salud.


Autor: RedaccionActual | Artículos

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