Fórmulas para abaratar una vivienda de construcción propia

Fórmulas para abaratar una vivienda de construcción propia

La construcción de una vivienda propia es el sueño de muchas personas. Sin embargo, el coste asociado a este proyecto puede parecer demasiado alto. Si bien es cierto que los precios de los materiales y la mano de obra han aumentado en los últimos años, existen diversas estrategias que se pueden aplicar para reducir el gasto sin comprometer la calidad de la obra.

Planificación y diseño inteligente

Uno de los primeros pasos para abaratar el coste de la construcción de una vivienda es optimizar su diseño. La simplicidad es clave. Un diseño minimalista y bien pensado no solo reduce el coste de materiales, sino que también simplifica el trabajo de los profesionales involucrados. Optar por un diseño rectangular o cuadrado, en lugar de formas complicadas, puede disminuir considerablemente el tiempo de construcción y el uso de recursos.

Es recomendable evitar techos con múltiples pendientes o formas complejas, ya que estos suelen requerir más materiales y una mayor especialización en la instalación. Lo mismo ocurre con las paredes interiores: limitar el número de divisiones y habitaciones puede disminuir significativamente el coste final.

Un diseño eficiente también debe considerar la orientación de la vivienda. Aprovechar la luz natural y la ventilación cruzada no solo ayuda a reducir el consumo energético a largo plazo, sino que también puede permitirte ahorrar en sistemas de climatización, aislamiento y ventanas especializadas.

Elección de materiales accesibles y duraderos

La selección de los materiales es uno de los aspectos que más influye en el presupuesto de una vivienda de construcción propia. Sin embargo, no es necesario sacrificar la calidad para reducir costes. Existen materiales accesibles, duraderos y sostenibles que pueden abaratar el proyecto. Por ejemplo, el uso de ladrillos o bloques de hormigón, en lugar de otros materiales más costosos como el acero o el ladrillo cara vista, es una opción económica y resistente.

Además, los materiales reciclados o de segunda mano, como puertas, ventanas o suelos, pueden reducir el coste sin comprometer la calidad estética o funcional. Otra opción es optar por materiales locales, ya que la reducción de los costes de transporte puede suponer un ahorro significativo. Por ejemplo, si se está construyendo en una zona rural, puede ser más económico utilizar madera de origen local, en lugar de materiales más industrializados que requieren transporte desde largas distancias.

En cuanto a las terminaciones, elegir acabados sencillos y económicos, como pinturas lavables o revestimientos de cerámica de bajo coste, también puede marcar la diferencia en el presupuesto final.

Mano de obra y participación propia

Contratar a una constructora o a un grupo de profesionales para gestionar toda la obra puede resultar costoso. Una forma eficaz de abaratar la construcción de una vivienda es asumir algunas tareas por cuenta propia, siempre y cuando se tenga algo de conocimiento o disposición para aprender. Si no es posible realizar tareas complejas como la instalación eléctrica o la fontanería, sí se pueden hacer actividades más simples como la pintura, la limpieza del terreno o la instalación de pequeños detalles decorativos.

Otra opción es contratar mano de obra no especializada para tareas sencillas y reservar a los expertos para trabajos más complejos. Esto permite abaratar los costes sin comprometer la seguridad ni la calidad en aspectos técnicos esenciales.

Por otro lado, tenemos la posibilidad de un ahorro importante si utilizamos un renting de maquinaria de construcción para conseguir herramientas y máquinas que simplifiquen las tareas y los costes, ahorrando tiempo de mano de obra.

Financiación y compra anticipada de materiales

Una buena planificación financiera también puede ser una herramienta para reducir el coste total de una vivienda de construcción propia. Negociar con los proveedores para obtener descuentos por compras al por mayor o programar la compra anticipada de materiales puede marcar una gran diferencia en el presupuesto. Los precios de los materiales de construcción suelen fluctuar, por lo que es importante estar atento a las tendencias del mercado para aprovechar descuentos o promociones en momentos estratégicos.

Otra fórmula efectiva es optar por el financiación a largo plazo con tasas de interés favorables. Muchas entidades bancarias ofrecen créditos específicos para la construcción de viviendas, que permiten distribuir el coste a lo largo del tiempo, facilitando el proceso económico.

Construcción por etapas

Construir una casa por fases es una estrategia que puede resultar muy eficaz para quienes no disponen del presupuesto completo desde el inicio del proyecto. En lugar de construir toda la vivienda de una vez, es posible empezar por una estructura básica que cubra las necesidades más urgentes e ir añadiendo ampliaciones y mejoras con el tiempo. Por ejemplo, se puede comenzar con una planta baja que contenga las habitaciones esenciales y, más adelante, ampliar la casa con una segunda planta o añadir más habitaciones.

Este enfoque no solo permite repartir los costes a lo largo del tiempo, sino que también brinda la posibilidad de ahorrar en mano de obra y materiales, al poder elegir opciones más económicas o esperar a promociones en el futuro.

Uso de energías renovables y tecnologías eficientes

Aunque a primera vista las instalaciones de energía renovable o tecnología eficiente pueden parecer costosas, en el largo plazo estas inversiones se traducen en ahorros importantes. Instalar paneles solares o sistemas de calefacción geotérmica puede reducir significativamente las facturas de electricidad y calefacción a lo largo de los años, lo que compensa el coste inicial de instalación.

Además, optar por un sistema de captación de agua de lluvia o utilizar electrodomésticos eficientes energéticamente son estrategias que no solo abaratan los gastos mensuales del hogar, sino que también hacen que la vivienda sea más sostenible y respetuosa con el medio ambiente.

Reducción del tamaño de la vivienda

Una de las fórmulas más sencillas para abaratar la construcción de una vivienda es reducir el tamaño de la misma. Las casas más pequeñas requieren menos materiales, menos mano de obra y menos tiempo de construcción. En lugar de construir una vivienda con habitaciones innecesarias o espacios que no se utilizarán con frecuencia, es más eficiente optar por una casa más pequeña y aprovechar al máximo el espacio disponible.

Además, en una vivienda más pequeña se pueden aplicar fácilmente otras fórmulas para optimizar el espacio, como el uso de muebles multifuncionales o la instalación de sistemas de almacenamiento vertical. Esto no solo reduce el coste de construcción, sino que también simplifica el mantenimiento y la limpieza a largo plazo.

Redacción Cultura

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